Hermosa la tarde, para ver fútbol.
Un encuentro que de un principio se presentó parejo, España especulando un poco y retrasándose en el juego, con la realidad de una conformación que tuvo que ser retocada, ante la ausencia importantísima de Jorge Fleitas en la zona final..
Y así, en esa primera parte, un partido de estudio, anodino, de fulbito en la mitad de la cancha, sin profundidad, algún centro aislado, algún remate muy lejano, con poca pretensión por parte de los dos equipos.
Pero a pesar de esa condición, el equipo candilero equivocaba los procedimientos, centralizaba el juego, y permitió el lucimiento del jugador Vázquez del equipo rojo, figura al protagonizar la mayoría de los cierres, relevando a sus compañeros en sus errores permanentemente, con un despliegue fenomenal.
El equipo rojo contó con esporádicos contraataques, cada vez más lejanos, y Candil empezó a prevalecer, sobre todo a partir de los 65 minutos de tiempo corrido.
Y, paradójicamente, en unos de sus pocos errores, a los 76 minutos, una falta cometida por Vázquez, le permitió a Candil un tiro libre sobre el sector izquierdo de su ataque, centro, y certero cabezazo del jugador no 6 de Candil, Marcelo Willington, para colocar el primer gol y el delirio de la parcialidad azulgrana.
Se iba el partido, y pasado la hora, en unos de esos contragolpes, un blooper de la defensa de España, le permitió a Martín López marcar el definitivo 2 a 0 con que termino el partido momentos después.
El arbitro Otaiza, junto a sus colaboradores Castillo y Méndez, sin errores importantes, con una sobria labor.
Arbitro: Carlos Otaiza
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